Las prendas de mi club deportivo, claves para la identificación de la gente con él

Fundar un club de fútbol es algo que siempre quise hacer y que sabía que me iba a encantar. No es una tarea fácil, ya lo sabéis, porque hay un montón de gestiones que es necesario hacer dentro de un proceso como este, pero la verdad es que merece la pena. Es una experiencia que recomiendo y que siempre recordaré porque hablamos de una de las cosas con las que se inicia un proyecto que tiene la capacidad de ilusionarnos y hacernos formar parte de una familia que nosotros mismos nos vamos a encargar de construir. Y eso motiva. Mucho.

Hace un par de años, inicié el proceso del que os estoy hablando con toda la ilusión del mundo. Lo hice por el hecho de que, en mi localidad, que tiene 5.000 habitantes, llevábamos muchos años sin contar con un equipo de fútbol, desde que desapareció el antiguo con la llegada de la crisis económica de los años 2007 y 2008. Ya era hora, después de más de una década, de contar con el deporte rey en nuestro municipio. Teníamos el campo de fútbol muerto de la risa y creo que la gente estaba deseando poder contar con un equipo al que animar en el estadio cada domingo.

Tenía claro lo que quería conseguir con la creación de este equipo.

  • Por un lado, quería que la gente joven tuviera una plataforma en la que poder practicar deporte, que es algo necesario para desarrollarnos física y personalmente.
  • Por otro lado, quería que el talento futbolístico del pueblo no tuviera que buscarse la vida en equipos de fuera, teniendo que salir tres veces a la semana a entrenar y otra a jugar el partido semanal correspondiente.
  • Otro de los objetivos era constituir un equipo de fútbol femenino. Muchas chicas se habían interesado por esto y necesitaban que alguien las apoyase.
  • En última instancia, pero no menos importante, quería que la gente se identificara con el equipo del pueblo. Quedaros con esta idea, porque dentro de unos párrafos podréis comprobar qué es lo que hicimos los fundadores del club para intentar conseguirlo.

La idea de fundar el club se nos ocurrió en el mes de mayo y queríamos que el proyecto echara a andar para la nueva temporada, que, como bien sabréis, suele arrancar en el mes de septiembre. Con el verano de por medio, necesitábamos ponernos las pilas y gestionar todo lo que hiciera falta, además de construir los equipos masculino y femenino con los que queríamos competir. Esto no es algo fácil, pero conseguimos formar esos dos equipos antes de que llegara el mes de julio y empezamos a dar rienda suelta a la ilusión. ¡El proyecto iba para delante!

Una de las cosas que no tardamos en hacer en cuanto fundamos oficialmente el club fueron los diferentes perfiles en redes sociales. Comenzamos por Facebook, seguimos por Instagram y ya en los últimos meses hemos incorporado TikTok. El caso es que esto nos permitió darnos a conocer en el pueblo y que la gente supiera que, de cara a aquella temporada que íbamos a empezar, existiría un equipo de fútbol en el pueblo que iba a transportar el nombre del mismo por toda la comarca. La verdad es que era todo un orgullo haber podido empezar a dar forma a un proyecto como este.

¿Os acordáis cuando más arriba os hablaba de que quería que la gente del pueblo se sintiera identificada con el club? Una de las maneras que se nos ocurrió que podría servir para ello era la ropa deportiva. Al final, hablar de deporte y de ser aficionado a un club es sinónimo de defender unos colores, un escudo. Y nosotros no podíamos fallar en ese sentido. En el escudo del club que habíamos diseñado, predominaba el color amarillo y queríamos conseguir ropa de este color. Al descubrir la página web de Compra Deporte, quienes cuentan con equipaciones sublimadas,  descubrimos que ofrecían la posibilidad de comprar packs deportivos compuestos por camiseta, pantalón, medias y chándal completo en ese color.

La verdad es que fue todo un éxito apostar por estos colores y estos packs. No solo adquirimos tantos como jugadores y jugadoras que íbamos a tener en los dos equipos, sino que nos vimos obligados a comprar algunos más para hacer frente al aluvión de pedidos que la gente del pueblo nos hizo. Es lógico que así fuera: después de tantos años sin fútbol en el pueblo, la gente quería identificarse con el equipo que iba a defender a su localidad. Además de la ropa, tuvimos que fabricar banderas y bufandas del equipo. Y también tuvieron bastante salida. El marketing que llevamos a cabo fue realmente bueno y eso se tradujo en buenos resultados de ventas.

Resultados que invitan al optimismo 

Los resultados deportivos de los dos equipos que tenemos han sido realmente positivos en las dos temporadas y media que tienen de existencia. El equipo masculino, en su primera temporada, rozó el ascenso en la categoría más baja de nuestra región, pero a la segunda no falló y consiguió subir haciendo un año perfecto, habiendo perdido solamente uno de los 30 partidos que disputó. Ahora se encuentra debutando en la nueva división y, aunque todavía la temporada no ha terminado, tiene toda la pinta de que va a conseguir la permanencia, que es el objetivo principal con el que se afrontaba este curso.

En el caso del equipo femenino, la verdad es que las cosas han ido mucho más deprisa. El primer año, las chicas consiguieron un ascenso muy meritorio de categoría en un final de infarto. En la segunda temporada, la pasada, salvaron la categoría de una manera bastante holgada para ser debutantes. Y ahora, en la tercera temporada, estamos bien situadas para pelear por un nuevo ascenso. No sabemos cómo acabará la temporada y hay que decir que no somos favoritas para conseguir el campeonato, pero estamos peleando por él y eso es como para estar muy orgullosas.

Lo que hemos conseguido en estas dos temporadas y media que llevamos con el club creado es que haya mucha gente que se encuentre identificada con el club. Eso ha hecho posible que, cada vez que hay partido en el estadio de nuestro pueblo, un montón de gente acuda al mismo a animar a tope a los dos equipos. Eso crea un ambiente en el que es muy complicado que se nos puedan escapar los tres puntos en nuestro propio feudo. Por eso siempre solemos estar tan bien posicionados. Cuando jugamos fuera de casa, llevamos a mucha afición detrás y le otorgan un colorido amarillo al estadio rival que es muy interesante y que hace que nuestros chicos y chicas nunca se sientan solos.

El fútbol es el deporte rey y continúa creciendo en nuestro país 

El balompié es el deporte rey en España, creo que de eso no tenemos ninguna duda. Pero es que, año a año, sigue mejorando todos sus registros. Incluso en una época tan complicada como la que vino después del coronavirus. De acuerdo con un artículo que fue publicado en la página web Palco 23, España había visto incrementado el número de clubes deportivos en 2021 en un 2’3%, siendo el fútbol el deporte que más clubes englobaba en su seno, con más de 31.000. Además, ningún deporte puede llegar a competir con él, puesto que el ciclismo, que ocupa el segundo lugar, solo supera los 3.000 clubes. No cabe la menor duda de que la diferencia es abismal y que el fútbol mueve verdaderas montañas en España (y también, huelga decirlo, en otros muchos países).

En 2023, una noticia publicada en la página web del canal de televisión La Sexta indicaba que el fútbol femenino había crecido un 200% en la última década. La verdad es que se trata de un crecimiento meteórico que se ha hecho posible gracias a que muchos clubes han empezado a destinar recursos para esto. Lo ha hecho él Barcelona, el Atlético y el Real Madrid, a los que se añade que clubes como el Athletic y la Real Sociedad han mantenido una firme apuesta por esto y han hecho posible que el nivel de la liga española crezca. Si a eso le añadimos que la selección española ha conseguido el título de campeonas del mundo, la verdad es que conseguimos un caldo de cultivo que es espectacular para garantizar el crecimiento del balompié femenino.

Es muy positivo que haya equipos de fútbol cerca de la gente y que no solo se hable de los equipos de siempre, que está muy bien, pero que no pueden enterrar a los equipos de la base. Sin los equipos más pequeños, no existirían los grandes. Y, además, tienen mucho más mérito porque la verdad es que no tienen ni un 1% del presupuesto que manejan esos transatlánticos. Por tanto, equipos como el que hemos fundado nosotros son dignos de todo el orgullo que la gente pueda tener respecto a ellos. Y ojalá que todos y todas lo sigamos mostrando.

 

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