Desde tiempos pretéritos, el ser humano ha perseguido el sueño de la eterna juventud. Existen, y seguro que has leído y escuchando, muchos mitos, leyendas, pactos con el diablo e incluso y avances científicos que nos hablaban de fuentes de la juventud, elíxires mágicos y modernas tecnologías que nos prometían frenar el reloj biológico.
Sin embargo, ni la persona más poderosa del mundo, ni el que tiene más riqueza ha podido vencer al tiempo. Que es el que siempre acaba ganando la batalla. Una obsesión por no envejecer que nos ha perseguido desde siempre. Cuentos infantiles como el de Blancanieves ya hablaba de que nadie quería envejecer. Pero luego lo hemos vivido también en muchas películas. Todos recordamos el famoso elixir de la juventud que ha estado presente en el mundo del cine. Por ejemplo en la mítica, y en mi opinión, obra maestra, de La Muerte os Sienta tan bien.
Ahora bien, el paso de los años también ha servido para que la tecnología dé grandes pasos. Y que podamos creer que aunque no exista al elixir de la juventud, sí es cierto que existen tratamientos para poder frenar el envejecimiento. No hay nada más feliz en esta vida que alguien reciba un “uy, pareces más joven de los años que tienes”. Eso sí que nos hace pensar que estamos ante el secreto de la eterna juventud.
Sin embargo, muchas personas no saben que existe una clara relación entre la salud bucal y el envejecimiento. Sí, y es algo que está estudiado ya en muchas universidades. No hay duda de que una boca sana no solo contribuye a una sonrisa estética y mejor, sino que también puede retrasar los signos del envejecimiento. Una buena sonrisa, un buen tratamiento nos evita envejecer. Y es que no somos conscientes que una persona sin dientes, provoca una imagen de abuelo.
Y es que está demostrando que cuando una persona no tiene piezas dentales, todos pensamos que se trata de un abuelo o una abuela. Las imitaciones de este sector de la población siempre es haciendo como si no tuvieran dientes, por algo será. ¿Verdad?
El estado de nuestra boca influye directamente en la salud. Y es que enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis no solo afectan los dientes y encías, sino que también pueden desencadenar problemas inflamatorios en otras partes del cuerpo, y eso también nos va a reflejar que nos estamos haciendo mayores.
Tratamientos
Como te decía, la pérdida de dientes es un rasgo de ser mayores. Y tiene su razón. Al perder piezas, la estructura facial nos va cambiando. Aparecen hundimientos o arrugas prematuras. Por eso, los implantes dentales no solo reemplazan los dientes perdidos, sino que también ayudan a preservar la forma natural del rostro.
Y esto ha cambiado mucho. Como nos indican desde la clínica Blanc Clinic gracias al uso de la simulación 3D, ahora se puede hacer la mejor implantología compleja y guiada por ordenador. Los nuevos avances odontológicos posibilitan conseguir piezas dentales idénticas a las originales en forma, color y tamaño, y eso está claro que supone volver a ser joven.
El blanqueamiento dental es un clásico de las personas que quieren estar jóvenes, solo hay que ver a los famosos que cuando abren la boca parece que es un brillo. Con el paso del tiempo, los dientes pueden volverse amarillos o mancharse debido a alimentos, bebidas y hábitos como fumar, y eso es algo que nos hace subir mucho nuestra edad. Un blanqueamiento dental profesional puede devolverle a tu sonrisa su brillo juvenil, rejuveneciendo y mucho tu apariencia.
Aunque una ortodoncia nos pueda llevar a cuando éramos jóvenes, cada vez hay más personas adultas que apuestan por este tratamiento. Y es que la ortodoncia no solo mejora la funcionalidad, sino que también puede redefinir el contorno facial para un aspecto más joven. Está claro que ponernos un aparato en los dientes supone hacer una inversión para que en unos meses volvamos a estar como si fuéramos adolescentes.
Como has podido ver, hacer un cuidado de la salud bucal, no es solo una cuestión de evitar caries o mal aliento, se trata de toda una inversión en tu bienestar general. Mantener una higiene bucal rigurosa, acudir a revisiones odontológicas regulares y tratar cualquier problema a tiempo es algo que queremos hacer si queremos mantenernos tanto jóvenes por dentro o por fuera. Así que el secreto de la juventud eterna no lo tenemos, pero tenemos algo muy parecido.