Las inmobiliarias recomiendan contratar un seguro aunque sea turística

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Cuando empecé a alquilar mi piso por días a través de plataformas como Airbnb o Booking, lo último en lo que pensé fue en un seguro. Me centré en hacer fotos bonitas, poner una cafetera nueva, dejar toallas blancas y en responder rápido a los mensajes. Lo típico. Pero, con el tiempo, me di cuenta de que estaba dejando algo fundamental fuera de la ecuación: la protección.

Sé que suena un poco dramático, pero cuando tienes desconocidos entrando y saliendo de tu casa cada semana, los riesgos están ahí. No importa que tu piso sea pequeño o que lo uses solo unos meses al año: si lo alquilas, deberías tener un seguro específico para ello.

Y no me refiero al seguro del hogar de toda la vida. Ese, normalmente, no cubre los daños causados por inquilinos temporales.

 

El auge del alquiler turístico en España en 2024 y las dificultades por okupas y destrozos

En 2024, el alquiler turístico en España batió récords con la llegada de 94 millones de turistas. Fue un año histórico para el turismo, y eso se notó también en el alquiler vacacional. Según Exceltur, el número de viviendas turísticas creció un 17,5 % solo ese año. Ciudades como Madrid, Valencia, Córdoba o Alicante vieron cómo aumentaban los pisos dedicados exclusivamente a turistas.

El Banco de España también ha puesto cifras al fenómeno: ya hay cerca de 350 000 viviendas destinadas al alquiler turístico en todo el país. Entre 2022 y 2024, el aumento fue del 25 %. En algunas ciudades, como Madrid (+49 %) o Málaga (+36 %), casi la mitad del mercado se ha orientado a este tipo de alquiler. Esto hace que encontrar vivienda para vivir todo el año sea cada vez más difícil (y caro).

Pero hay más problemas: la “inquiokupación. Es decir, inquilinos que alquilan legalmente, pero luego dejan de pagar y no se van. En 2024 se denunciaron casi 16.500 casos de ocupación ilegal, un 7 % más que el año anterior.

Todo esto genera mucha incertidumbre para los propietarios. Por eso, cada vez más gente busca seguros específicos para pisos turísticos, que cubren desde daños, robos o vandalismo, hasta la defensa jurídica si te ves envuelto en un proceso legal por culpa de un mal inquilino.

Contratar un buen seguro hoy es casi tan importante como tener buenas fotos en tu anuncio.

 

Un día tienes turistas, y al siguiente… okupas

Suena exagerado, pero no lo es. Basta con buscar en Google casos reales de propietarios que alquilaron su casa a turistas… y los turistas no se fueron.

Mira este caso reciente en Valencia: Un grupo de turistas se convierte en okupas tras negarse a abandonar un piso turístico. Reservaron unos días, luego alegaron que eran «inquilinos» y, a partir de ahí, empezó un calvario legal para el propietario.

Con esto no quiero meter miedo, pero sí abrir los ojos, porque cuando algo así pasa, el problema no es solo económico… también es emocional, legal, y logístico. De repente estás tratando de echar a alguien que vive en tu casa y que no quiere irse, o de reparar el caos que dejaron tras su marcha.

 

¿Qué tipo de seguro necesitas si alquilas tu casa como turística?

Alohey, inmobiliaria de alojamientos vacacionales en Lanzarote, nos explican que estos son los seguros más recomendados:

 

  1. Seguro de responsabilidad civil

Este es el más básico, pero absolutamente necesario. Si un huésped se resbala en la ducha, se rompe un brazo y decide denunciarte, este seguro se hace cargo de los gastos médicos, abogados y posibles indemnizaciones. Suena exagerado, pero pasa.

Algunas plataformas de alquiler incluyen cierta cobertura (como Airbnb con su seguro de protección al anfitrión), pero suelen tener muchas letras pequeñas. Yo recomiendo tener uno propio, contratado directamente.

 

  1. Seguro de daños a la propiedad

Aquí entran incendios, goteras, roturas estructurales, etc. Si hay una fuga de agua que moja al vecino, o si se produce un incendio por un fallo eléctrico, este seguro cubre tanto tu piso como los daños a terceros.

Ojo: algunos seguros del hogar tradicionales excluyen expresamente los usos turísticos. Hay que leer bien la póliza y preguntar por este punto.

 

  1. Seguro de robo y vandalismo

Este es clave si tu piso está bien equipado, con electrodomésticos caros o muebles nuevos. Cubre los robos cometidos por inquilinos (sí, los turistas también pueden robar) o por personas ajenas que entren aprovechando que el piso está vacío.

También cubre los destrozos intencionados. Hay huéspedes que hacen fiestas ilegales, otros que se enfadan porque no les gustó la almohada y revientan una puerta (me lo han contado, no me lo invento).

 

  1. Seguro de pérdida de ingresos o interrupción del negocio

Si tu piso queda inutilizable por un incendio, un escape de gas o por daños estructurales, este seguro te compensa por los días o semanas que no puedes alquilarlo.

Es especialmente útil si vives de este ingreso o si has hecho números contando con ese dinero.

 

¿Cómo se contrata este tipo de seguros?

Yo empecé a buscar por mi cuenta, comparando en webs como Rastreator, Acierto o directamente en aseguradoras como Mapfre, AXA, Allianz o Zurich. Pero la realidad es que me agobié un poco, porque cada póliza es diferente, cada letra pequeña me sonaba a otro idioma, y los precios variaban muchísimo.

Al final, fue una inmobiliaria la que me ayudó a elegir bien. Algunas ofrecen gestión integral de pisos turísticos, incluyendo la contratación de seguros específicos. Tú no tienes que hacer nada, ellos se encargan de todo y, además, conocen qué coberturas son las más necesarias en función del tipo de piso, zona, número de huéspedes, etc.

Otra opción que conocí es recurrir a corredurías de seguros especializadas en alquileres turísticos. Algunas incluso te asesoran gratis y solo cobran si contratas con ellos.

 

¿Qué pasa si todo se tuerce y tienes que llamar a un abogado?

Aquí viene la parte fea. Porque si, a pesar de todo, tienes la mala suerte de encontrarte con unos turistas que no se van, que destrozan el piso o que incluso te denuncian, necesitarás apoyo legal.

Lo más recomendable es que, desde el primer momento, cuentes con un seguro que incluya defensa jurídica. Así no tienes que buscar un abogado por tu cuenta ni pagar de tu bolsillo.

 

En caso de que no lo tengas, puedes:

  • Contactar con un abogado especializado en propiedad y arrendamientos. En algunas plataformas de internet puedes encontrar profesionales que trabajan a comisión o por tarifa cerrada.
  • Acudir al Colegio de Abogados de tu ciudad, donde te pueden orientar sobre asistencia legal gratuita si cumples ciertos requisitos.
  • Recoger toda la documentación posible. Contratos de alquiler, fotos del estado del piso antes y después, mensajes con los inquilinos, recibos, etc. Todo eso ayuda.

Por último, si la cosa es muy grave (ocupación ilegal, daños importantes, amenazas…), denuncia en comisaría lo antes posible. En estos casos, actuar rápido marca la diferencia.

 

¿Y qué opinan las inmobiliarias?

La mayoría con las que hablé coinciden en lo mismo: sin seguro, estás vendido. Literal. La diferencia entre perder 500 euros o 10.000 está muchas veces en tener una buena póliza.

Además, muchas inmobiliarias no aceptan gestionar viviendas si el propietario no tiene seguro. No quieren asumir riesgos que pueden evitarse con una mínima inversión. Algunas, incluso, incluyen la prima del seguro en su tarifa mensual, para que te olvides del tema.

 

¿Es caro contratar un seguro turístico?

Depende del tipo de cobertura, pero no tanto como crees. En mi caso, pago unos 25 euros al mes por un seguro que cubre responsabilidad civil, daños, robo, vandalismo y defensa legal. Menos de lo que cuesta una cena para dos en cualquier sitio decente.

Y después de todo lo que he leído, escuchado y vivido, me parece más que razonable.

 

Consejos extra para proteger tu vivienda turística

Además del seguro, hay algunas cosas que puedes hacer para prevenir problemas:

  • Instala una cerradura electrónica con código temporal. Así cambias el código entre reservas y evitas duplicados de llaves.
  • Ten cámaras de seguridad en zonas comunes (entrada, portal). Ojo, siempre respetando la privacidad de los huéspedes.
  • Haz check-in presencial siempre que puedas. A veces, una simple conversación cara a cara disuade a los malintencionados.
  • Lee las valoraciones de los huéspedes en las plataformas. No todos los perfiles son lo que parecen.
  • Incluye cláusulas claras en el contrato (aunque sea digital). Sobre todo en estancias largas.

 

Protege tu piso

Poner tu piso en alquiler turístico puede ser una fuente de ingresos genial, pero no está exento de riesgos. Y esos riesgos, si no estás protegido, te pueden salir muy caros.

Un seguro especializado es una inversión en tranquilidad. Yo aprendí esta lección después de varias advertencias (y algún susto), pero tú no tienes por qué esperar a que pase algo. Hazlo desde el principio.

Y si todo esto te agobia, no estás solo. Hay inmobiliarias y profesionales que pueden ayudarte a gestionar seguros, papeleos y problemas legales. Lo importante es que no dejes tu piso desprotegido. Porque una cosa es alquilar con ilusión… y otra, perder el sueño por culpa de un sofá roto, un microondas desaparecido o un “huésped” que no se quiere ir.

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