Estamos en los inicios de la andadura tecnológica que implica la inteligencia artificial como compañera de camino. Aunque su desarrollo se dio a conocer hace años, está siendo en esta década cuando su implementación en diversos sectores e incluso el acceso público a ella, se está haciendo más patente. Campos como la comunicación o la ciencia, utilizan de forma habitual la inteligencia artificial. Pone a disposición de los usuarios infinidad de datos con la que pueden confeccionar trabajos, actualizar su información o interactuar de diversas maneras.
Nuestros amigos del Consejo de Dentistas, como organización colegial de los odontólogos de España, nos han informado de las bondades que ofrece la IA al sector. Tratándose de una aplicación que constituye en el momento actual un campo emergente y un terreno bien abonado en constante evolución, debemos ser conscientes de que se encuentra en una fase temprana de implantación en las clínicas de nuestro país. Aun así, son cada vez más los profesionales de la odontología que sienten curiosidad sobre esta herramienta, capaz de reportar grandes beneficios a las clínicas dentales. Gracias a la inteligencia artificial es posible optimizar el tiempo y los recursos invertidos.
La utilidad de la inteligencia artificial, abarca múltiples ámbitos puesto que es capaz de analizar y cotejar ingentes cantidades de datos con la finalidad de obtener conclusiones que permitan realizar un mejor diagnóstico y proponer un tratamiento más eficaz. Un ejemplo de lo que es capaz de hacer la IA lo vemos en un estudio publicado en el año dos mil diecinueve por la revista BMC Oral Healht en la que se evaluó el uso de la IA para hacer una detección temprana de cáncer oral. Este estudio arrojo datos tan significativos como que la precisión de la inteligencia artificial poseía casi un noventa y seis por ciento de la misma. Algo que resulta una excelente noticia, si tenemos en cuenta que el setenta por cien de los casos de cáncer oral no se detectan en su fase inicial, si no más tarde.
Precisión y previsión
Realmente la inteligencia artificial no es otra cosa que un proceso informático que tiene como finalidad, reproducir la inteligencia humana o animal. Es posible encontrarla en gran variedad de aplicaciones y campos, tanto dentro del sector sanitario como en otro tipo de sectores.
No obstante, el propósito y el método de aplicación que posee la aplicación de la inteligencia artificial, siempre es el mismo. La imitación del proceso humano en la toma de decisiones con correlaciones y principios que siguen una línea lógica y un análisis matemático en base a los datos de los que parte, son siempre el objetivo de su aplicación.
De esta manera, las decisiones humanas, en teoría, deberían ser más fáciles de tomar y mucho más precisas en según que circunstancias, puesto que la máquina, ya tiene en cuenta todos los aspectos necesarios, los pros y contras ligados y relacionados con el problema en cuestión. Así se simplifica la toma de decisiones y la propuesta de la mejor solución posible una vez que, los datos a su disposición, han sido filtrados.
Inevitablemente la inteligencia artificial, nos conduce a una medicina de mayor precisión y con mayor relevancia en la prevención. Dentro del amplio campo de la medicina, la inteligencia artificial, puede llevar a una comprensión mayor y mejor de las enfermedades existentes y su comportamiento dentro de las diferentes poblaciones del planeta, así como entre los diferentes individuos, mediante el análisis informatizado y la extrapolación de los infinitos datos.
Este hecho, se traduciría en una medicina de precisión, altamente personalizada que se basaría en las intervenciones preventivas y terapéuticas dirigidas a cada paciente. Se trata de una medicina que tiene en cuenta las diferencias individuales en aspectos tales como la genética, el estilo de vida, la alimentación y los diferentes antecedentes familiares. De esta manera es posible identificar el tipo de tratamiento más acorde en cada caso.
Si nos ceñimos al campo de la odontología, la inteligencia artificial ofrece excelentes resultados en lo que a odontología predictiva y diagnóstico por imagen respecta. Aprovechando los principios que subyacen en el deep learnig (aprendizaje profundo), la inteligencia artificial está empezando su andadura en el sector, iniciando su acceso a través de actividades y programas de odontología predictiva y diagnóstico por imagen.
En el área de la ortodoncia, algunos programas, permiten en la actualidad, la detección automática de puntos de referencia cefalométricos en las imágenes que ofrecen las telerradiografías latero-laterales. De los cambios radiológicos que resultan de los tratamientos de ortodoncia sin extracción y la predicción del crecimiento y desarrollo del individuo es posible hacer dicha detección.
Inteligencia artificial en el análisis radiológico y el campo protésico y maxilofacial
Como sabemos, la odontología cuenta en su campo con diversas áreas de especialización. Una de esas áreas, la denominada como odontología conservadora, utiliza los mecanismos de inteligencia artificial en su aplicación para el análisis de las radiografías intraorales. De esta manera, es posible hacer el diagnóstico preciso de las caries interproximales y del esmalte, comprendiendo la extensión real en la dentina. De hecho, el análisis en escala de grises de los distintos píxeles que compone la imagen radiológica, sirve para discriminar eficazmente la presencia (o su ausencia) de las caries y el tamaño de las mismas.
Bajo ese mismo principio, el análisis de las radiografías intraorales, permite que algunos de los sistemas de IA existentes sean capaces de hacer una detección eficaz de las patologías endodónticas y la anatomía de los conductos radiculares, haciendo sugerencias respecto a la dificultad que puede presentar un tratamiento. En cuanto a la periodoncia y la implantología, la inteligencia artificial, resulta extremadamente útil para ayudar a comprender mejor los diferentes tipos de defectos óseos que presente el paciente y evaluar el riesgo de desarrollo de posibles patologías periodontales y periimplantarias. Siguiendo bajo la premisa del deep leaning, es posible que la inteligencia artificial sea capaz de reconocer el tipo de implante que contiene el hueso, cuando se dé la circunstancia de que el paciente haya sufrido un implante cuyo tipo se desconoce.
Otros campos de la odontología que pueden beneficiarse notablemente de la inteligencia artificial son el protésico y el maxilofacial. El primero sigue estudiando el análisis oclusal y el reconocimiento de signos parafuncionales mediante inteligencia artificial, contando con estudios previos alentadores. LA cirugía maxilofacial, encuentra en la inteligencia artificial una herramienta de gran utilidad para planificar minuciosamente los casos quirúrgicos relacionados con la cirugía ortognática y oncológica. También podría aplicarse para hacer una mejor observación de la extensión de la osteonecrosis de los maxilares.
Es tal el potencial que tiene la inteligencia artificial en el campo de la odontología que es posible que el diagnostico de los trastornos temporomandibulares de origen anatómico o el carcinoma de células escamosas de la mucosa ora, puedan ser diagnosticados gracias a la aplicación de los algoritmos de la inteligencia artificial.
Proyección de la inteligencia artificial en el sector
Todas estas aplicaciones y usos de la inteligencia artificial en el campo de la odontología, son tan solo el principio de todos los usos y aplicaciones que se le puede dar a la IA. No obstante aunque en muchos puntos y aspectos, la precisión y exactitud de los algoritmos es sorprendente, todavía se presentan algunas limitaciones. Como ejemplo, los expertos en la materia, alegan que la indicación que hace la inteligencia artificial sobre los puntos de referencia de los tejidos duros y blandos en las zonas del mentón en las radiografías cefalométricas, suele ser inexacta, debido a que tanto la posición como la inclinación del mentón, son difíciles de predecir mediante una simple radiografía o imagen tomada de perfil.
En cuestiones de carácter quirúrgico como la reconstrucción de la imagen del proceso de segmentación y la planificación quirúrgica, siguen siendo aspectos delicados en los cuales los algoritmos, no dejan de ser algoritmos y pueden cometer errores que deriven en consecuencias fatales para el paciente.
Dada la complejidad de esta avanzada tecnología, es necesario conocer su mecanismo de funcionamiento y, puesto que conlleva una serie de problemas asociados intrínsecamente a su aplicación en la medicina, es posible que en el futuro, se produzcan nuevas figuras en la profesión médica, destinadas en exclusiva a tratar a sus pacientes con inteligencia artificial.
No cabe la menor duda de que la aplicación de la inteligencia artificial en el campo de la odontología tendrá un impacto muy significativo, aunque su valoración deberá hacerse directamente en función de la rama y consiguiente aplicación clínica y extraclínica con la que cuente el programa informático correspondiente.
Aun estando muy avanzada, la inteligencia artificial, todavía tiene mucho recorrido por hacer. Sobre todo cuando se trata de poner vidas humanas a su cargo. Es incuestionable que la tecnología de esta categoría puede ser de gran utilidad en medicina, de hecho ya lo es. Sus aplicaciones son cada vez mayores y su implicación en las diversas metodologías de diagnóstico y tipos de tratamiento tiene bastante relevancia sin ser todavía fundamentales.
Tal vez, lo más importante llegado este punto, es establecer los límites presentes y futuros que se deben poner en cuanto al uso de esta tecnología que tiene mucho poder para cotejar datos y hacer con ellos, lo que se disponga.